Cómo se prepara la Palitos De Pollo Al Pomelo Amarillo
Preparación:
Primeramente se prepara un arroz blanco de color amarillo, poniendo a cocer arroz en agua con sal y con unas hebras de azafrán, para que le den un colorcito amarillo que después nos decorará mucho el plato.
Extendemos las pechugas de pollo, y cortamos trozos alargados, aproximadamente como un dedo de nuestra mano, tanto en longitud como en grosor (por eso le llamo a la receta palitos de pollo). Las aderezamos con un poco de sal, se pasan por la harina de maíz, se fríen en aceite bien caliente, que por el efecto de la harina de maíz nos quedarán muy doraditas y crujientes, y se reservan en un plato con papel de cocina, para que suelten el aceite que les sobre.
En otra sartén preparamos la salsa con que vamos a acompañar los palitos: sofreímos una chalota muy picadita, y cuando esté pochada le añadimos una copa de vino blanco seco, un chorreón de caldo de pollo (que podemos haber preparado con las carcasas del pollo) y el jugo de medio pomelo. Se deja que hierva y reduzca, se prueba de sal, y se pasa por la batidora.
Y ahora, lo más importante. Un plato tiene que entrar por la vista, por el olfato, y por último, por el gusto. Pues para que entre por la vista, engrasamos con aceite de oliva una tacita o un molde de flan (con los dedos lo extendemos bien por el fondo y las paredes de la taza), y la rellenamos con el arroz amarillo que teníamos hecho. Lo volcamos cerca del borde del plato. Como enganchados al arroz, ponemos tres o cuatro palitos de pollo radialmente (como unos rayos de sol), y como final, regamos con la salsa que hemos hecho con el pomelo y demás.